Efectivamente, el vampirismo como lo conocemos hoy en día es, para el ser humano, un verdadero estancamiento desde cualquier ámbito en el que se le pueda mirar. Y esto se debe precisamente a la naturaleza de ser de los humanos, ya que una de nuestras principales cualidades es la continua adaptación y evolución de nuestra raza, lo que nos lleva a través de las generaciones a cambios en nuestro ADN como en la forma de tratar algunos estragos que si antaño eran mortales e intratables, hoy en día practicamente han sido erradicados de la tierra.
Y en efecto, incluso el acto de morir aún cuando las personas no crean en reencarnación o esperen que su dios reviva a los muertos (como si el dios cristiano fuera un rey lich... absurdo), la propia descomposición del cuerpo se vuelve parte del proceso de vida de la misma tierra.
Todo en este mundo está hecho para perecer y volver a ser, continuando así el ciclo de vida de nuestro planeta.
Entonces, los mortales que han decidido recibir el abrazo de un vampiro que antaño también fuese mortal, inexorablemente están condenados a perecer, aún cuando sus tiempos de existencia sean mucho más altos que el promedio de la raza humana.
Esto se produce porque el vampiro detiene su tiempo de envejecimiento, creando una paradoja en el universo que se traduce de esta forma:
Charles (por decir un nombre), acaba de morir. su cuerpo debe seguir el normal proceso de necrosis y su esencia debe pasar por los jueces de la muerte para decidir que sucederá con su esencia, su espíritu.
Pero Charles que ha muerto, aún se mueve. Charles aún camina por la tierra. El cuerpo mortal de Charles se ha fusionado con la inmortal esencia de si mismo, condenando su ser a dejar de existir al momento que su cuerpo semi-mortal sea erosionado por el paso del tiempo.
La esencia de Charles no era ser espíritu y cuerpo (sin alma) en el plano físico de la tierra.
Durante el tiempo que el vampiro exista, como es evidente, aprenderá cosas sorprendentes, inimaginables para las personas contemporaneas e incluso con visión futurista. El vampiro se volverá sabio, fuerte físicamente e incluso viajará a diferentes planos para los cuales su cuerpo humano nunca estuvo preparado.
Pero sufrirá el envejecimiento de sus seres amados. Con el tiempo quedará solo. Cuestionará su propia existencia, sabiendo que la muerte para él significa la extinción de todo lo que es.
Pero claro, todo esto que hablo solo es aplicable a vampiros con origen humano, no para aquellos que se formaron con la tierra.
Reza la antigua tradición de mi clan, que cuando la tierra se comenzó a crear, junto a ella también nació una raza primordial de seres que la poblaron cuando solo era una bola de fuego, y luego una bola de hielo, y que ya era antigua cuando la tierra sufrió su primer cataclismo y la primera civilización fué arrasada.
Ellos fueron quienes en estanques de amebas gigantes guardaron los restos de ADN de las criaturas que en ese entonces perecieron, y que por este gesto de compasión, luego existieron los denominados dinosaurios.
Esta raza de seres primigenios no posee cuerpo físico, y habitan fuera de nuestro tiempo, pudiendo de todas formas interactuar con nosotros y vigilarnos.
No poseen nombres o sigilos o algún emblema con el cual se les pueda asociar. Sin embargo nosotros los conocemos con el antiguo mantra "BLAG´ SRU TUK SBLEG.
La denominación no es en sí un mantra, si no que la forma más interpretable al ruido que provocan en el ambiente cuando están cerca. Tampoco posee traducción ni transcripción rúnica conocida por mi.
Ya en antiguos textos sumerios se les menciona, como es el caso de la tablilla de Gar Ysal Had Assad (un renombrado Qat Etemmi digno de estudiar) donde se les describe como "la oscuridad dentada"
Ysal Had Assad, en un extracto dice lo siguiente:
"La oscuridad dentada viaja entre las arenas del desierto como el cuervo en la tempestad. Como me encontraron, no lo sé, pero si alguien en alguna ocasión se encuentra con uno de ellos, debo advertir que no tienen ninguna relación con los Gallu ni los Gidim, Son espiritus que llevan la noche sobre ellos, como si Nanna, nuestro señor enviara una oscura y fria noche para cobijarlos.
Sus aspectos no los puedo definir con claridad, ya que cambian de forma muchas veces en menos de un parpadeo. Oh, Utu, que clase de seres son ellos que tu luz ni tu justicia puede entrar en aquel barro primordial.
Enki, mi señor ¿Serán estos los seres que enfrentaste cuando recorriste nuestro mundo por primera vez?
Que Anu y nuestros Dioses, que también son los Dioses de la muerte, me hagan digno de entender la naturaleza de estos seres, que se alimentan de sangre y carne. y que por la gracia de Inanna nuestra señora, no me encuentre muerto o perdido en algún páramo extraño, porque ya mi dimensión a comenzado a menguar, solo por presenciar a estos seres oscuros de filosos dientes"
Los vampiros trascendentales son criaturas no humanas, pero si terrestres, que nacieron junto con la creación de la tierra. No pueden morir a menos que la misma tierra muera de forma definitiva.
A pesar de no necesitar alimentarse por periodos muy largos de tiempo, efectivamente se alimentan de sangre y carne en grandes cantidades, siendo su paso de cacería, lúgubres relatos sobre personas que se desmembraban en el aire, solo rodeados por una oscura niebla.
Para ellos, los humanos (al igual que el resto de las cosas que existen en la tierra) solo somos animales de granja, domesticados para su posterior consumo. Los periodos donde ellos se alimentan son denominados "Lunas de sangre", y se pueden calcular astrologicamente. Cuando la luna se ve más grande de lo normal pero se ve de color rojo sangre ( cada cierta cantidad de años se puede ver la luna pulsante), es la señal en la cual comienza la luna de sangre. Comerán todo lo que haya sido marcado por Niebla Sangrienta, o a aquellos que despierten su ira.
Existe una sola forma de protegerse de ellos, y también fue enseñada por Gar Ysal Had Assad, que fue difundida profundamente por las religiones reinantes en toda mesopotamia. La única forma de estar a salvo de ellos es mediante la corrección y el respeto.
En sumeria era una regla de oro el respeto y la corrección. Si una persona llegaba a tu hogar, tu debías ofrecerle comida y abrigo, sin perjudicar el bienestar del núcleo familiar. Luego, la persona receptora de este acto de hospitalidad podía dar algo a cambio que significara una suerte de recompensa a la familia.
Cuando una de estas entidades toca a tu puerta, siempre te preguntará de una manera muy amable y respetuosa si puede entrar. Si le dices que no, de buena manera, el se disculpará y se irá sin hacer ningún tipo de daño.
Si le permites entrar, y lo atiendes como un buen anfitrión, estas entidades estarán agradecidas de tu hospitalidad y es probable que te premien con una maravilla.
Pero por el contrario, si eres descortés, con tendencias hacia la corrupción, o eres maligno de alguna forma, ellos se enfadarán y te asesinarán para alimentarse de tu sangre y carne, siendo evidente que no podrás encontrar en la muerte descanso alguno.
Hoy en día han comenzado a manifestarse los signos que anuncian las lunas de sangre. Solo actua con corrección y de corazón, ya que a ellos no les puedes mentir.
Endreskeghoul Kurr
