lunes, 26 de junio de 2023

El ser de la cueva

 

En el mundo existen muchos misterios sin comprender, y muchos hechos que ocurren con ausencia de toda lógica al punto en que nuestras mentes no son capaces de procesar información que no entendemos, o que las mentes de las personas se encuentran muy cerradas a lo que no podemos ver, y de ese grupo de personas, aluden a que no existen o que sus creencias limitantes (cultos, religiosos o filosóficos) no les permite acudir. 

Esta es la historia de un conocido de nuestra orden de profesión arqueólogo, dedicado a la paleoufología, y su nombre es Alfaro Romero, que acudió a nosotros buscando una respuesta clara de una entrevista que realizó a una persona que desconocía si realmente era de este mundo. El intentó realizar una grabación de esta entrevista pero al terminar, su celular falló de forma irreparable, perdiendo toda la información incluso de sus investigaciones anteriores guardados, impidiendo mostrarlo a sus comunidades y otros grupos de investigación. El fue a un centro de terapia alternativa y solicitó sesiones de hipnosis, pidiendo al terapeuta que escriba todo la información que saliera. El texto dice lo siguiente:

19 de junio de 2015, a pocos días del solsticio de invierno en nuestro hemisferio y a pocos días de la noche de San Juan, decidí emprender un viaje al Valle de Elqui junto con mi amigo Ernesto Latorre, y comprobar que tan cierto es que esas zonas son vistas como puntos calientes en los avistamientos de Objetos Voladores No Identificados (OVNIS), y consultar casos de abducciones en esos lugares. También he sabido por rumores, que hay personas que creen mucho los mitos de la noche de San Juan, por lo que solicitan a sacerdotes de iglesias y capillas a bendecir sus casas para protegerlos del Diablo, y el temor a caer en trabajos de brujería y otras maldiciones que se cuentan. 

Sin embargo, nos quedamos recorriendo el poblado de Puclaro, kilómetros ante de llegar a la comuna de Vicuña, como uno de los puntos de mayor avistamiento de OVNI, y durante el día comencé a subir y recorrer los cerros a su interior. 

Al llegar la noche, comenzamos a armar la carpa y a ordenar en el interior a en la parte baja de un cerro, y a las 10:00 de la noche decidimos seguir con el recorrido para identificar estos avistamientos, pero al rato después, desafortunadamente se nubló, sin poder contemplar ni las estrellas. Estaba todo oscuro, las linternas dejaron de funcionar y una niebla bajó cubriendo todo nuestro alrededor de un nauseabundo olor, lo que se nos hizo difícil seguir recorriendo, subir o bajar. 

También nos perdimos del camino, no pudiendo regresar a nuestras carpas por varias horas de la noche y de pronto, Ernesto desaparece. Yo gritando su nombre, no había respuesta, por lo que seguí recorriendo hasta encontrar alguna pista, sin poder regresar aún a las carpas donde acampamos. Todo esto fue desesperante y en la soledad absoluta, sin señal de telefonía y ausencia de toda huella para poder tener una señal, me enloquecía. 

En el desesperante recorrido, vi una luz entre la niebla donde decidí acercarme para ver si estaba él y me encontré con una cueva y la luz era de una fogata encendida con un olor muy fuerte y con líquido oscuro esparcido en el suelo . Encendí mi linterna y al entrar a la cueva apoyando mis manos a la pared, la oscuridad consumía a la luz, sin lograr ver nada ni si quiera por donde pisaba y caminaba aún mas lento, hasta que de pronto, la linterna se apagó, y escucho una voz diciendo ¿quién esta ahí?, y mi respuesta fue ¡necesito ayuda!, y luego sentí que algo me agarró mi brazo izquierdo y me arrastró hasta la entrada de la cueva. 

- Siéntate en esa piedra- dijo él

- ¿Quien es usted?- pregunto mientras me siento en la piedra

- ¿Quien pregunta primero?, necesito saber quien es usted y que hace por este lugar

- Soy Alfaro Romero, vengo a investigo lugares con sucesos de avistamiento ufológico y casos de abducciones

- Aquí no encontrará lo que realmente busca, y le sugiero que vuelva donde empezó y devuélvase a su hogar, ahora.

- No se donde realmente estoy, me perdí entre los cerros y ahora esta esta niebla

El se acerca a mí y logro ver una persona alta (1,80 mt, mas o menos) y de un aspecto muy pálido, sin ropa en la zona superior del cuerpo y de largo cabello, ojos amarillos y uñas largas.

- Me presento, me llamo Wentemil Colivoro (mientras se sienta en otra piedra frente a la fogata), habito en este lugar y la cueva es mi hogar, y amablemente le estoy pidiendo que se vaya. Este lugar es peligroso ya que gente como usted, y otros tipos como investigadores paranormales, sectarios, ritualistas, organizaciones secretas, por nombrar algunos, han intentado realizar las mismas investigaciones y terminan desapareciendo. Las instituciones de búsqueda no pasan a este lugar, por lo que no son buscados después, ni si quiera por militares por temor a desaparecer también.

- Esta bien, entiendo y me iré de este lugar, pero antes, ¿puedo entrevistarlo para que me pueda contar mas información sobre lo que ocurre y las desapariciones?

- Esta bien, siempre y cuando mi persona no pueda ser buscada por nadie, ya que evito contacto con el mundo exterior. 

Alfaro toma su celular sin señal, y abre la aplicación de grabación de voz para registrar esta entrevista

- Bien señor Wentemil, ¿es cierto que esta zona es un punto donde existe avistamiento ufológico?, ¿objetos voladores o similares?

- No se bien a que se refiere con ufológico pero si se han visto seres descender del cielo a reconocer este territorio, seres mas altos de estatura que yo, pero que también desaparecen y no vuelven a ascender

- ¿Por que ocurren estas desapariciones?

- Aquí hay seres que usted no ve, ni verá con sus ojos, pero que cazan seres vivos y los devoran sin dejar rastro. También hay seres que si se ven pero que cazan a los seres que vienen a este lugar, succionando su sangre hasta disecarlos y después queman sus cuerpos. Donde mayormente se disfruta de lo que comen, es en luna llena, ya que aumenta el sabor de la sangre y sus nutrientes llegan mejor a sus órganos. A ambos seres se les ha llamado antiguamente como Huitranalhue, y hoy en día como Vampiros, Demonios de Sangre, o simplemente demonios.

- ¿Y usted ha visto estos seres?

- Si, los he visto devorar sus presas, y en caso de no haber por estos lugares, salen a buscar a otros poblados pero de forma sigilosa, sin que nadie los vea y los traen a estos sectores la mayoría de las veces. 

- Y usted a no ayuda a los que serán devorados

- Como le dije, evito el contacto con personas

- Si esta bien, perdón. En ese caso, ¿usted desde cuando está aquí?

- Mmmmmm, si no mal recuerdo, como desde la década del 50 mas menos.

- Pero usted, no aparenta ser una persona anciana, ¿tanto tiempo ha vivido?, ¿cómo usted sobrevive?, ¿cuántos años tiene usted? (preguntando en un tono muy asustado)

- Verá señor Alfaro, ya ni recuerdo cuantos años tengo, ¿será unos 100 años y algo?, perdí la cuenta

- Oiga, ¿entonces es usted, uno de ellos?, ¿un demonio, un vampiro o Huitran no se cuanto? (Alfaro empieza a temblar invadido por el miedo)

- Así es, mas bien Huitranalhue creo yo, o tal vez un no-muerto

- ¿Y siempre ha sido uno de ellos o se convirtió en uno de ellos?

- No desea usted saberlo, también desconozco a ciencia cierta pero se lo contaré. Trabajaba yo a principios de la década del 30 en el Sanatorio Los Maitenes que esta ubicado en la comuna de San Clemente, al interior de Talca y ayudaba a llevarme los cadáveres desde las salas de hospitalización a los conservadores y fosas que habían en ese entonces. En esos años era muy común enfermarse de tuberculosis y teníamos que estar con trajes especiales para no contaminarnos. Un día, comencé a toser muy fuerte, y al día siguiente, a escupir sangre y mucho dolor de pecho. Me atendió un médico desde ese entonces y mi situación empeoró hasta que me hospitalizaron y a la semana siguiente, supuestamente morí. Mi familia llevó mi cuerpo  una semana después de morir a Licantén, donde yo nací, me velaron y enterraron mi cuerpo en el cementerio del pueblo. Desperté cuando empecé a sentir olor a petricor (tierra mojada) pero apenas podía respirar, pero a la vez sentía que no necesitaba respirar y tampoco sentía mi corazón latir, y comencé a romper el ataúd con una fuerza que antes no tenía. Cuando salí de la tierra, y afortunadamente con ropa, fui a buscar a mi familia. Al verme, se emocionaron y me dieron de comer aunque todo lo sentí de mal sabor y lo vomité. Mi padre no creyó que era realmente yo, por lo que llamaron a un sacerdote de la iglesia y aludieron a que yo era un no muerto, o mas bien que mi alma ahora es del diablo y fui golpeado hasta caer al suelo y me llevaron a una celda amarrado en cadenas por los propios campesinos y vecinos del lugar. A la noche siguiente, se organizaron para armar una hoguera.

- Se comenta mucho de que el vampiro se convierte por succiones de sangre, ¿esta vez no pasó así?

- En mi caso no, y ni siquiera tengo marcas en mi cuello. En ese entonces, también buscaron brujas en el pueblo para quemarlas, ya que temían que mi caso fuera por invocación o evocación, o mas bien, "Necromancia". Mientras estaba en una celda encadenada, sentía una sed donde no podía mirar los cuellos o los pechos de las personas o me daba mas sed y ansiedad. Me llevaron a la hoguera para amarrarme a un palo parado verticalmente, y aparecen 2 mujeres empujadas y golpeadas que se sospechaban de brujas y culpables de este juego de Necromancia. Lamentablemente, una de ellas llegó con heridas de bala de escopetas y murió frente a todo el público, gritándola de ser culpable de traer enfermedades al pueblo mientras que la otra, la amarraron con las cadenas junto a mí, algunos campesinos apuntaban con la escopeta hacia nosotros. Rompí las cadenas, rompí las de la mujer y me dispararon, pero a pesar de los dolores, seguí vivo. Tomé a la mujer y corrí lejos del lugar hasta esconderme en un cerro, escapándome de los campesinos que me seguían. La mujer muy anonadada, no podía hablar, ni sus parpados cerrar y escuchaba cada vez mas fuerte sus latidos del corazón, lo que me dio aún mas sed de sangre, la desnudé y clavé mis colmillos en su pecho izquierdo. Mientras succionaba eufóricamente su sangre, la mujer abrazó mi cabeza mientras sentía que se estaba enfriando y besa mi cabeza diciendo "gracias, me puedo ir en paz" , dejé de sentir dolor de los disparos y mis heridas cerraron. Sentí como sus lagrimas mojaban mi rostro hasta que dejé de sentir sus latidos y ya no se movió mas.

- Que fuerte suceso, ¿cómo se sintió en ese entonces?

- De verdad fue muy frustrante para mí. Tenía ganas de llorar cuando me culparon como que prácticamente era un monstruo, una bestia o algo así. ¿De qué soy culpable desde ese entonces? ¿de volver a vivir?, ¿por qué mi familia no estuvo conmigo?, ¿mi propio padre me denunció? yo no volví a vivir y no conozco en concreto como llegué a volver. Lo que me dio mucha rabia, es como maltrataron a esas mujeres que, sin prueba alguna, fueron culpadas de brujas, y mas aún, yo mismo terminé de matar a una de ellas dándome las gracias -Wentemil empieza a llorar-, no se en que clase de ser me convertí desde ese entonces y aún mantengo ese odio a ellos, y a la humanidad en general.

- ¿Qué pasó después?

- Después de haber saciado mi sed de sangre, uno de los campesinos me encontró y me disparó con su escopeta, dándome en el hombro izquierdo, pero del cuello lo agarré con mis manos, fracturé sus huesos de la zona cervical y le clavé mis colmillos en el cuello. Asco me dio su sangre ya que tenía alcohol y tiré su cuerpo en un barranco. Luego me escapé del lugar de la forma que pude. Tomé varios autos y carruajes que me llevaban hasta ciertos lugares uno tras otro, aunque admito que en mas de uno les succioné su sangre ya que no sabía como controlar mi sed, y tampoco sabía controlar esa ansiedad que tenía por la sangre hasta llegar a La Serena, tratando de actuar lo mas normal posible, es decir, de gente civilizada. Desde ahí, caminé hasta este lugar.

- Cuando llegó a este lugar, ¿sabía de los demonios o vampiros que merodeaban por este lugar?

- En un principio no, solo llegué a este lugar donde también me perdí, estaba esta misma niebla y empecé a ver estos seres, donde algunos eran similares a mí, y otros eran de forma mas monstruosa y mirando como se comían o succionaban su sangre y quemaban sus cuerpos en esta zona. No he hablado con ninguno de ellos, aunque tampoco he sido recibido como enemigo de ellos, manteniendo distancia y respeto, o eso creo. Al paso de los años, también mis sentidos sensoriales cambiaron, es decir, se amplificaron cada vez más

- ¿A usted le da siempre esa sed?, ¿Cuántas veces come por día?

- Verás señor Alfaro, no todos los días tengo esta sed y succiono lo que necesito, que es mas menos 2 personas al mes. y después profundizo en mis trances con otros planos, historia que no le voy a contar.

- Bien, eso sí, ¿cómo son físicamente los otros seres que devoran a los visitantes?

- Los que succionan sangre rara vez se ven y con suerte he visto 2 desde que vivo en este lugar. Los otros seres los que la gente ha visto antes de ser devorada, algunos tienen cuerpo de hombre fornido, alto (1,90 mt en adelante) y cabezas de animales, como cuervo, lobo y otros acechan como si estuvieran en 4 patas. Los que la gente no ve y que por mis sentidos, si los veo pero muy fugazmente, algunos donde los atrapa con  tentáculos y se dirigen a una boca con dientes afilados y los comen por parte, disfrutando del sabor de la carne humana, mientras que otros son seres alados con cabezas y alas de murciélago y otros parecen hombres polilla, siendo ambos que atrapan a sus presas en sus brazos y los llevan a un lugar mas lejos que este a comer su presa. Algunos testigos piensan que están volando o están siendo abducidos, pero no es así, luego esos testigos también caen como presas. Los seres que han llegado desde el cielo, algunos tienen apariencias humanas pero mas grandes, pero también caen como presa de la misma forma y sus naves desaparecen al rato después, y no es de nuestro interés.

- Que increíble lo que usted me cuenta, de verdad que este lugar da miedo. Bien señor Wentemil, no tengo mas preguntas por ahora, la conversa ha sido larga y falta poco para el amanecer y supongo que el sol le afecta. 

- ¿El sol?, jah, a nosotros no nos afecta el sol y con suerte, sus rayos penetran esta niebla y aún existen dificultades para ver para las personas como usted, aunque preferimos siempre la noche

- Solo me queda hacer unas últimas preguntas antes de irme. ¿Ha visto a mi amigo Ernesto?, el me acompañaba el día de hoy pero desapareció antes de encontrarme con usted en la cueva

- Si es uno que usaba lentes, pues esta justo frente a usted

Alfaro mira atentamente la fogata, y se da cuenta que dentro de la madera hay huesos y pedazos de carne que aún se estaban consumiendo y líquido esparcido desde ahí, contenía sangre y aceite humano. entre la madera, también se da cuenta que estaban unos lentes, los que usaba su amigo Ernesto. Tal fue la sorpresa de Alfaro, que el miedo consumió sus nervios y sus lagrimas no paraban de cubrir su rostro, con sus manos apretaban su pecho

- No empiece a gritar aquí (le dice Wentemil a Alfaro) o llamarás la atención de las bestias que rondan en el sector a menos que quisieras ser devorado por uno de ellos. Yo ya tuve la sangre que necesitaba en esta semana y si consumo a otra presa, será por placer. Entre mas es su sufrimiento y agonía, mayor es el placer para mí, así que evite decir alguna cosa y ya váyase

Alfaro, con el dolor de lo sucedido con su amigo, y el miedo que le invadía estar en ese lugar, se fue corriendo sin rumbo alguno ya sucediendo el amanecer. No pudo encontrar su carpa donde acampó pero si la carretera con camino a La Serena después de varias horas tratando de ubicar el camino, sin descanso alguno y aún con el miedo y la desesperación, y consiguiendo afortunadamente, un conductor que pudiera llevarlo hasta allá en su vehículo. Su celular al recuperar la señal de telefonía e internet, falló y no pudo prender más.

Alfaro, sin dinero ni sus cosas, consiguió que un conductor de camiones lo llevara hasta Santiago, dejándolo en la comuna de Quilicura en la ruta de Vespucio Norte y caminó hasta llegar a la comuna de Renca, donde el vivía. Solicitó a un técnico revisar la memoria de su celular, pero perdió toda su información, incluso archivos guardados en aplicaciones compartidas y nubes.

Esto es lo que escribió el hipnoterapeuta después de la sesión y el texto se lo entregó a Alfaro

Noticias posteriores que cuentan sus cercanos

Alfaro, al no poder superar el dolor de su amigo, ni tampoco saber cómo contarles a sus familiares, la noche del 23 de junio, amarra una cuerda entre la baranda del puente Cal y Canto y a su cuello, lanzándose al Río Mapocho y quedando su cuerpo colgado, cuya tristeza y miedo no pudo superar hasta el día de su muerte y el texto escrito por el hipnoterapeuta, lo guardó en su casa, y a los días después, robada hasta llegar a nuestra orden.

Análisis de la orden

Si bien, se mencionaron diversos tipos de seres, puede que caigan algunos en el marco de la criptozoología o demonología según la ciencia o corriente que estudie estos seres o fenómenos. Ahora bien, con la clase de Vampiro que caracteriza a Wentemil Colivoro, no calza con las características de vampiros modernos como en la línea de Drácula, Carmila, El Vampiro de Russeldof, ni guarda relación dentro de los mitos de Lilith/Lilitu, sino mas bien calza con 2 tipos de origen:

1) Transformación de humano a vampiro por negación de mundos: en la antigua sumeria, se decía que los vampiros (Ekimmu), los humanos se convertían en vampiro después de morir, pero que fueron rechazados por los lugares donde van las almas del difunto, ya sea por Irkalla, Abzu, Kurr o Mul, o cualquier otro mundo mas allá del mundo material, y que dicha alma volvió al cuerpo pero sediento de sangre, y es catalogado como un agente de pestes y enfermedades. Casos similares hubieron en países eslavos y asiáticos. 

2) Transformación por invocación: existe la posibilidad de que una persona realizó Necromancia para invovcar el alma del difunto y que volviera al cuerpo, y ser usado a voluntad del Necromante. Sin embargo, no hay muchos registros claros sobre esta técnica o, mas bien que pocos conocen. En este caso, Wentemil volvió a su cuerpo en contra de su voluntad, destinado a ser un esclavo del Necromante, pero apareció solo en el estado de zombificado o simplemente ser un no muerto, sin comprender la muerte aún hasta que fue atrapado por campesinos. Además, el se acordaba que el estaba muerto y no comprende lo que sucedió después, y como existen leyendas que son transmisores de enfermedades, los campesinos temian morir de tuberculosis. Su proceso de vampirización se completó al succionar la sangre de la doncella en aquel escondite entre los cerros y después huyó.

Otro aspecto relevante a considerar, es el término Huitranalhue como "Vampiro Araucano", que es un nombre popular en la cultura indígena (llámese Mapuche, Huilliche, Tehuelche). En la creación de un Huitranalhue es necesaria la participación de cuatro Calcú o brujos malvados. Cuando alguien de la comunidad moría, ya sea adulto o niño, los brujos debían ir durante cuatro noches seguidas a la sepultura para resucitarlo, bailaban incansables al rededor del sepulcro. Si el muerto era adulto se hacía un Huitranalhue, si era un niño, se creaba un Anchimallen, este último era generalmente maltratado, lloraba gritando por comida y así le daban animales y alimañas para calmar su hambre. Para ambos casos, el ser debía salir de su sepulcro en forma de huesos y comienza a alimentarse de animales (generalmente corderos) y después humanos.

Sin embargo, hay que considerar que según estos mitos, existen otras formas de Huitranalhue como espíritus del bosque, guardianes de la tierra que impiden el paso de forasteros, un no-muerto que se alimenta de la sangre perforando el corazón de sus víctimas, y posee el poder de matar con sólo acercarse a unos metros de su víctima.

Pueden sacar sus conclusiones en el último análisis, especialmente de los vampiros anteriores a la modernidad. 

Nin-Ryuku 忍龍空