Es un error que comenten muchos magos muy a menudo y que pocas veces se detienen a considerar este hecho tan importante que tiene que ver con la percepción de las cosas y seres dentro de nuestro plano y dimensión.
Partiré con este sencillo ejemplo.
En nuestro planeta, existen miles de seres distintos en características y cualidades al ser humano, incluso dentro del grupo de los homínidos, cada especie dentro de este grupo tiene características que los hacen diferentes los unos a los otros. Si vamos más lejos, entre nosotros, los humanos, ninguno es igual a otro, aún cuando pertenecemos a la misma raza.
Todas estas diferencias hacen que lo que percibimos del resto y de lo que nos rodea sea muchos impulsos eléctricos que van a nuestro cerebro y nos permite ver el mundo tal cual nosotros de forma individual lo conocemos.
Todos nosotros,seres que componemos la flora y fauna del planeta, estamos dentro de un mismo plano. todos vivimos en la tierra. Pero todos y cada uno de nosotros vivimos en una dimensión diferente del ser que percibimos con nuestros sentidos. Y de igual forma, los seres que nos rodean, perciben a las demás criaturas y seres de forma totalmente diferente a como nosotros lo podemos percibir.
Bajo este punto los científicos descubrieron que las moscas, al ver las cosas a una mayor cantidad de cuadros por segundo, nos perciben a nosotros como estatuas gigantes extremadamente lentas, que a lo largo de su vida han logrado hacer uno o dos movimientos completos.
Por el contrario, los caracoles a nosotros no nos logran ver, ya que somos extremadamente rápidos para saber que somos. Muchos caracoles que mueren aplastados por nuestros zapatos nunca supieron por que en un segundo estaban enteros, y luego aplastados.
Ahora, lo que yo percibo, el mundo como tal y sus vértices, sus contrastes y todo lo que en ello existe, es comprendido y existe en mi dimensión. Así como yo soy daltónico y veo colores que no puedo explicar o que el resto del mundo ve de una forma, en mi dimensión son de otra forma.
Esto es en microcosmos.
Pues bien, hay un experimento que muestra que cuando hay cosas demasiado grandes no las podemos ver, ya que escapan a nuestra compresión o a nuestros sentidos. así como un letrero gigante puesto a la orilla de la carretera es totalmente visible a cientos de metros, al estar frente a este anuncio, solo podemos ver una parte de este, y los colores que lo componen se vuelven totalmente difusos sin poder siquiera saber que parte del anuncio estamos viendo. Pero en cambio, podemos ver la estructura metálica que lo mantiene, el tipo de tela y el tipo de impresión digital o pintura que se usó para crearlo.
Con los Dioses estelares pasa algo similar.
Ellos viven en el mismo plano (este universo), pero en una dimensión donde apenas somos una partícula de algo del mismo universo. Somos para ellos como granos de arena en una playa gigantesca. Para ellos ni siquiera tenemos aspecto de seres pensantes o que estamos vivos de alguna forma. Solo aquellos Dioses que se sienten atraídos por alguna extraña vibración, que se sienten atraídos por algún acto o alguna energía en particular tornan su mirada en una de estas arenas para observarla, para entenderla.
Para ellos, nuestras vidas son cortas. Nos han visto morir y nacer miles de veces en un solo parpadeo.
Ellos pueden ver y percibir al universo y sus multiples formas, en su totalidad y plenitud, viéndolo como un todo, donde ellos también son parte de esto, y donde la nada también es un algo, siendo parte del todo.
Mientras más abarque la visión y sensación de estas entidades, que muchas veces recorren varios universos como parte de un todo en general, menos visibles como individuos somos para ellos. Es por este motivo que muchas religiones enseñan a ser uno con el universo, para así poder entender el universo y todo lo que es y existe como parte de un todo total, en todas sus dimensiones, en todos sus ángulos y disonancias.
Cuando un Dios estelar centra su atención totalmente en ti, tu llegas a experimentar sensaciones indescriptibles, tales como sentir que puedes oler con los ojos; esto es imposible de hacer, pero el cerebro envía señales olfativas a los ojos dando una sensación totalmente nueva e inexplicable.
Como sus tiempos son totalmente diferentes a lo que nosotros entendemos como tiempo, es muy difícil que lleguen a actuar de forma directa en nuestro plano y dimensión, pero si se entretienen viendo lo que hacemos durante todas nuestras vidas.
En ocasiones, y como objeto de estudio, ellos envían a nuestro planeta algo así como un holograma viviente de ellos mismos, reducidos al tamaño más aproximado de nosotros.
Se presentan como Dioses de algo exterior
Cuando hablas con ellos en lenguaje humano, lo más factible es que tengas que enseñarle muchas cosas de como somos y lo que hacemos. Explicar también los diferentes significados de los nombres a los que se le puede asociar, y enseñarles historia universal.
Si preguntas por medio de la ouija ¿ Aframandaghut. ese es tu nombre?
Lo más seguro es que responda " Creo que así me llaman aquí"
Si luego le das otro nombre te dirá " Creo que también me llaman así"
Entonces deberás explicarle la diferencia entre ambos nombres, para que el se identifique con uno solo y el otro lo rechaze.
Entonces, que obtenemos al trabajar con los Dioses exteriores.
Enseñar lo que somos. Lo que hacemos. Explicar.
Endrekeghoul Kurr