lunes, 22 de agosto de 2022

Nerrogroth

 



Desvelado por el insesante retumbar del cielo, mi respiración se agita al intuir que ellos vendrán a verme esta noche.

Son nueve figuras cubiertas por largos mantos aterciopelados que se manifiestan alrededor de mi cama, entonando guturales oraciones a aquellos que trascienden los universos, haciendo eco en todas mis versiones de todas las realidades.

Cuatro me toman cada uno de una extremidad, con sus fríos apéndices simulando ser algo parecido a manos. Otros cuatro elevan el canto y sus apéndices a lo alto del techo y del cielo, murmurando un idioma desconocido por mi, del cual puede que haya rastro en nuestro mundo.

Y el último acerca su cabeza cubierta por la negra túnica que me hace imposible ver siquiera si tiene forma asimilable a criatura alguna, animal, humano o lo que duerme en el exterior.

Entre vibraciones y rechinar de metales proveniente de su interior, lo único entendible que quedó grabado a fuego en mi cabeza fue esto:

" Ahora sé uno con nosotros, para que seas un uno aparte luego. Tú nombre de bautismo es Nerrogroth, el que rechaza las leyes sin sentido, el que avanza recto, el que es fuerte y firme como la roca y el metal que proviene de las estrellas"

Sus gélidas oraciones que congelaron mi pecho, hacían que mi interior estuviera tan caliente como si me estuviera quemando vivo. Podía sentir entre los espasmos de mi cuerpo, como sus palabras ardientes se mezclaban con mi sangre, mi carne y mis huesos. Ya no necesito usar el nombre de demonio alguno, puesto que ellos modificaron la forma en que mis sentidos trabajan.

Cuando él sacó su cabeza suave cómo el polvo más fino que conozco, los rezos que congelaban el tiempo y remecian mi cuerpo empezaron a cesar. La oscuridad que devoraba todo a mi alrededor retrocedía como si tuviera miles de brazos y piernas, en todas las direcciones posibles.

Las entidades que sirvieron a la penumbra se desvanecen cómo si los brazos de la oscuridad los desgarrara, dejando tras de ellos solo el eco de sus cantos y su presencia.

Desde aquel día mi vida cambió.

Mis noches son el eco de aquella visita, acompañando a seres que no entiendo ni por vista ni por tacto, pero que se vuelven tangibles en este mundo invisible.

También creo que tengo una deuda con ellos, ya que debo asistir a otras entidades que son cercanas a mi, demonios tan familiares que podrían ser mis hermanos o mis hijos. Debo guiarlos y acompañarlos.

Nerrogroth me llaman cuando entro a cualquier plano espiritual, o cuando la fría guadaña de la cálida muerte se acerca. Incluso en las conjunciones planetarias, siento como las estrellas susurran este nombre, y la oscuridad del espacio abriga estás palabras con su suave y aterciopelada frialdad.

Nerrogroth es un nombre que los ghouls gritan con alegría y energía, como si rememoraran una felicidad que les fue prohibida. Nerrogroth es el martillo que rompe esas cadenas.

Ya no seré más el alias de un demonio o una comunión irracional de palabras tratando de sofocarme en la oscuridad.

Ahora el nombre con el que seré conocido es este.


.-Nerrogroth